Eduardo Bonnín narra la expansión de los Cursillos de Cristiandad en los cinco continentes en el libro Historia de un carisma.
MIGUEL VICENS. Palma. “Cristo vivo, normal y cercano”. Con este lema y el convencimiento de que el Evangelio “es la solución”, Eduardo Bonnín fundó en el año 1944 los Cursillos de Cristiandad, un movimiento que desde entonces y desde Mallorca ha implicado a más de veinte millones de personas de los cinco continentes.
Ahora Bonnín, de 86 años, ha echado la vista atrás para hacer memoria. “Antes de morir quería contar lo que había pasado desde el principio para que la gente conociera los orígenes”, explica. El resultado es Historia de un carisma, un libro que ayer a las 20.00 horas se presentó en el salón de actos del colegio Sant Francesc y en el que el autor expresa su postura, su lucha y su agradecimiento sobre lo que ha supuesto la expansión de los Cursillos de Cristiandad, cuyo objetivo principal a lo largo de su historia ha sido vivir la realidad evangélica en la normalidad cotidiana.
“No soy profeta, cuando empezamos no sabía que íbamos a llegar tan lejos”, admite Bonnín. “No obstante, de lo que sí estaba seguro es de que si la gente se encontraba con un Cristo vivo, normal y cercano sería feliz”, matiza.
Eduardo Bonnín. FOTO: SEBASTIÀ LLOMPART