Una breve biografía

Eduardo Bonnín Aguiló nació en Palma de Mallorca (España) el 4 de Mayo de 1917 en la casa residencia familiar, situada en plena Plaza España, en el seno de una familia católica dedicada al comercio y exportación semi-mayorista de granos y frutos secos.

Era el segundo de 10 hijos del matrimonio D. Fernando Bonnín Piña y Dra. Mercedes Aguiló Forteza.

Sus primeros estudios fueron en la Escuela Francesa, en el Colegio de La Salle y su formación intelectual se dio con los Padres Agustinos, y sobre todo con profesores que sus padres contrataban en su domicilio familiar.

Pero Eduardo decía que el primer profesor que tuvo en su vida fue su abuelo Jorge. Él fue quien le inculcó el amor por la lectura. Eduardo estaba convencido de que: “nada influyó en mí tanto como el obstinado y siempre creciente interés por la lectura”.

En el año 1936, tuvo una experiencia determinante en su vida: el servicio militar obligatorio, simultáneamente entraron en su vida dos fuentes de conocimiento contrapuestas: la realidad, a través del contacto directo con el hombre profano del batallón, y el idealismo, a través de sus libros.

Providencialmente cae en manos de Eduardo el texto de un discurso que el Papa Pío XII había dado a los párrocos y cuaresmeros en Roma. Fue el 6 de febrero de 1940. El santo padre impulsa a buscar caminos “nuevos”, diferentes a los habituales, para hacer que todos, pero muy especialmente los alejados conozcan el Amor de Dios.

De esta inquietud surge un texto -el esquema “Estudio del Ambiente”- que elaboró Eduardo.

Tres principios se convierten en las directrices básicas del pensamiento de Eduardo: Cristo, la Amistad y la Persona, especialmente los alejados.

A pesar de no pertenecer todavía a la Acción Católica, Eduardo fue invitado al primer “Cursillos de Adelantados de Peregrinos”, que se celebraban con la finalidad de lograr interesar a los jóvenes en el ideal de peregrinar a Santiago de Compostela. Eduardo no quiso ir ya que la forma de ser y de actuar de sus componentes no le movían a formar parte de ella.

José Ferragut convenció a Eduardo para que participara en el segundo “Cursillos de Adelantados de Peregrinos” que se celebró en 1943 en el Santuario de Lluch. Vio en aquellos jóvenes un estilo y un talante desenvuelto y alegre que le convenció. Sin embargo Eduardo pensaba que no era solamente para ir a Santiago para lo que había que preparar a los asistentes, sino para la vida.

El momento crucial de la génesis de los Cursillos de Cristiandad es la fase inmediatamente posterior a aquella Semana Santa de 1943, en que Eduardo relaciona lo vivido en el Cursillo de Peregrinos con sus inquietudes personales más profundas y con su experiencia catalizadora de los ambientes descristianizados. Llegó a la conclusión de que algo a la vez similar y diferente de aquel Cursillo de Adelantados de Peregrino, podría conseguir dinamizar en cristiano no sólo un acontecimiento determinado -como la Peregrinación a Santiago-, sino la vida normal y diaria de los ambientes reales y concretos.

Ese mismo año de 1943 Eduardo expuso en público por primera vez, en el Seminario Diocesano de Mallorca, su “Estudio del Ambiente”.

En este clima, y proyectando a la realidad su esquema de Estudio del Ambiente, Eduardo pensó y elaboró -desde se experiencia del Cursillo de Jefes de Peregrino- todo un método que sirviera para fermentar en cristiano las personas y ambientes “alejados”, y para revitalizar en profundidad los más próximos.

Quizás el punto de inflexión en su actitud la marcara la intervención que tuvo Eduardo por invitación del Rdo. D. Sebatián Gayá, en 1944, en la “Escuela de Propagandistas” que este último dirigía, y en la que Eduardo expuso el esquema que había preparado como tema final de “su” método, el que pasaría a integrar el rollo de “Cursillista más allá del Cursillo.

Se celebró el Primer Cursillo según los esquemas de Eduardo en un “chalet” de cala Figuera de Santanyí, en Mallorca (España), entre el 19 y el 23 de agosto de 1944.

El Director Espiritual de este primer Cursillo de Cristiandad de la historia fue el Reverendo D. Juan Juliá, actuando de “rector” Eduardo Bonnín y de “profesores” Jaime Riutort y José Ferragut.

Aquel encuentro tuvo ya todos los elementos esenciales del Cursillo de Cristiandad, con la excepción del primer y el último de los temas tratados, que no se conformaran definitivamente en el método hasta la década de los 50.

Eduardo ha afirmado muchas veces que desde este cursillo de Cala Figuera, en todos los demás ha seguido utilizando físicamente los mismos esquemas, materialmente los mismos papeles, queriendo así certificar que aquel fue íntegramente un auténtico Cursillo.

El Segundo Cursillo de Cristiandad tuvo lugar en el Santuario de San Salvador, en Felanitx, también en la zona sur de la isla como el anterior y se celebró en septiembre de 1946, actuando de Director Espiritual nuevamente D.Juan Juliá; de “rector”, el propio Eduardo Bonnín; y de profesores, Antonio Ruíz y Guillermo Estarellas, dos dirigentes juveniles de Acción Católica.

Al acto de clausura del Cursillo de 1946 asistió ya el Consiliario diocesano Sr. Dameto, en lo que constituyó sin duda el primer espaldarazo que la iglesia diocesana, como tal, dio al nuevo sistema.

El Tercer Cursillo de la historia se celebró en 1947, del 16 al 20 de abril, dirigido espiritualmente por D. José Estelrich, con Eduardo Bonnín de rector y un solo profesor, José Seguí.

En 1948 fueron dos los cursillos que se impartieron con el nuevo método, y en fechas muy próximas entre sí. El primero de ellos se dio en Semana Santa, y en él dirigió el “retiro espiritual” el Padre Amengual y asumió la dirección espiritual el Padre Bartolomé Nicolau, mientras actuó de rector José Ferragut, integrando su equipo de profesores Eduardo Bonnín, Bartolomé Riutort y Juan Mir.

El siguiente Cursillo tuvo lugar en el mes de abril, también de 1948, bajo la dirección espiritual compartida de D. José Estelrich y D. Miquel Sastre, siendo su rector nuevamente Eduardo Bonnín, y profesores Onofre Arbona y Antonio Salvá.

Los Cursillos de Cristiandad empezaron en agosto de 1944 y se oficializaron y enumeraron a partir del celebrado el 7 de enero de 1949 en la ermita de San Honorato. Dicho “Cursillo N° 1” tuvo por Director Espiritual a D. Guillermo Payeras y por rector a Eduardo Bonnín.

La aceleración histórica que se produjo en 1949 obligó a Eduardo a reflexionar nuevamente en profundidad, para que la afluencia y la cantidad de cursillistas no impidiera la sedimentación de esos grupos de amistad que consideraba ya desde 1944 como lo más esencial del poscursillo. De esta reflexión surgió casi de inmediato el diseño metodológico de la “reunión de grupo”.

La asamblea anual de 1949, que tuvo lugar en noviembre, incluyó una ponencia sobre Grupos, que zanjó definitivamente la cuestión, incorporando la reunión de grupo semanal como elemento específico y esencial del método.

Curriculum Vitae de Eduardo Bonnín Aguiló.

La semilla de cursillos se ha expandido por el mundo y Eduardo ha ido tras ella, fertilizando y fermentando los ambientes en los que está llamada a crecer. “No tengo un cuenta-kilómetros en los pies” es algo que le gustaba decir a Eduardo para no repasar el itinerario internacional de su vida y para escabullirse de la significación que le daba el haber proclamado el Evangelio por todo el mundo. Eduardo estuvo tres veces en China. En 1966 viajó a Brasil, Nueva York y Perú; en el 67 a Bolivia, Costa Rica, Miami y participó el la III Convivencia Nacional de Dirigentes en Guadalajara. El 4 de mayo de 1968 acudió a la Ultreya de Fátima. En 1998, después de una década, regresó a Chile y llegó hasta Tuvulú, Santiago, Valparaíso y Termuco. También este año viajó a Bolivia, Guatemala, México y estuvo en Rávena y Padua.

En los cinco continentes hay constancia del fermento que ha producido esta semilla. Después de toda una vida dedicada al amor a Dios y a las personas, estando siempre contento, pero no satisfecho, como decía él.

El día 6 de Febrero de 2008 fallece Eduardo, fue enterrado en la iglesia de los Capuchinos y en su tumba reza lo que él siempre dijo que era: Un Aprendiz de Cristiano.

Los viajes de Eduardo

Estos son algunos de los países visitados por Eduardo Bonnín Aguiló, en su afán de hacer llegar a todo el mundo que Dios nos ama y dar a conocer el método del Movimiento de Cursillos de Cristiandad para comunicar esta noticia maravillosa de la mejor manera posible: la amistad.

Dietarios: Los diarios personales de Eduardo

FEBA es la depositaria de un tesoro de incalculable valor: los diarios personales de Eduardo Bonnin Aguiló que él mismo escribió de su puño y letra entre los años 1943 y 2007. Una joya que guarda la intimidad de un hombre de Dios.

Retrato de Eduardo Bonnín.

Estos diarios no contienen propiamente el pensamiento de Eduardo, pero sí que a través de ellos podemos ver cómo Eduardo ponía en práctica la mentalidad de lo Fundamental Cristiano. En ellos vemos la forma de ser de Eduardo y cómo ponía a funcionar todo su entender y todo su poseer para ir forjando ese pensamiento dedicando todo su tiempo a la lectura y a las relaciones con sus amigos y dirigentes de la época con quienes gustaba de compartir sus inquietudes, planes y proyectos.

Caminata tras caminata, Eduardo va haciendo camino hacia la voluntad del Señor, recorriendo paso a paso las calles de Palma, y de los pueblos de Mallorca y del mundo entero.

Estamos ante el testimonio impagable del infatigable quehacer diario de un Santo.

Su forma de expresarse es muy singular. Utiliza su idioma materno, el mallorquín de la época, que está lleno de genuinas expresiones que tanto que caracterizan: "Ja ho val!", "La mala hora!".

En los diarios podemos saborear su autenticidad, el Eduardo 100% genuino. Nos encontramos con recuerdos entrañables y relaciones de amistad forjadas con idas y venidas interminables. Incansable caminante urbano. Peregrino de barrio humilde.

El reflejo de una vida intensa en lo terrenal y en lo espiritual, repleta de momentos íntimos con el Señor, en el que constantemente se apoyaba y con quién le gustaba conversar. Vemos su cercanía y su absoluta confianza en Él: “En Vos confii”. “Vos Dictau”. Todo un decálogo de intenciones de quién cada día entrega su voluntad, tiempo y dirección al servicio del Señor. Incansable buscador de la voluntad de Dios.

La máxima expresión de la santidad hecha normalidad, y de la normalidad hecha santidad.

Los diarios de Eduardo nos permiten revivir su día a día, acompañarle a su misa diaria y a comprar libros, a visitar a sus amigos y a los personajes más relevantes de la órbita eclesial del momento, y a preparar y asistir a reuniones interesantísimas y también aburridísimas.

En definitiva, a sumergirnos en una época en la que no había móviles ni redes sociales, y en la que nos podemos adentrar en el salón y en la “cocina” de Eduardo, donde se cocía todo, donde se elaboró a fuego lento y con mucho cariño y dedicación, el “Menú” que se ofrece en los Cursillos de Mallorca.

Es cómo ver la película de su vida en 1° fila, la vida de una santa persona, que supo, desde la sencillez y la normalidad, dar un nuevo sentido a la palabra amistad y situarla en el plano de lo trascendente, a niveles nunca antes alcanzados, tan rica en matices que ha servido de puente a cientos de miles de personas para volver a relacionarse con el Señor y con los demás.

El material que contiene los diarios personales pone de manifiesto cuan de normal y de santo era Eduardo, y testimonia cómo cultivaba su capacidad de convicción, de decisión y de constancia.

Hay tanto en los diarios, y lo que hay es tan verdad, que es fácil ver la mano tendida del Señor acompañando los pasos de Eduardo a lo largo de su dilatada vida.

El que se acerca a las vivencias que aparecen en los diarios sucumbe sin remedio al encanto de un hombre único que lo dio todo por seguir una intuición inspirada por el Espíritu, que aun hoy en día, se convierte en bendición cada vez que dos o más se reúnen en nombre de Jesucristo.

De colores.

In Memoriam: 6 de febrero de 2008

A continuación transcribimos la nota que publicamos en esta misma web cuando falleció Eduardo:

Queridos amigos cursillistas:

En estos momentos en nuestro corazón ha de latir el sentimiento y la certeza de que el Amor es más fuerte que la muerte.

Eduardo Bonnín Aguiló, Fundador del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, pero por encima de todo nuestro maestro, hermano y amigo ha ido al encuentro del Padre. Hoy día 6 a las 16h, Eduardo ha fallecido sabiendo que Dios le ama, creyendo en la resurrección y como siempre contento, aunque no satisfecho.

Eduardo junto al mar.

Fiel al Evangelio de Cristo, abierto a la realidad del mundo y atento a las personas de su entorno durante toda su vida, ha dejado un legado de amistad con Dios y con los hombres a través de los Cursillos de Cristiandad. Es ahora, cuando en nuestro corazón cala la tristeza de perder en esta vida a alguien a quien queríamos profundamente, cuando nuestra Fe se hace presente al tener la certeza de que Eduardo ya es inmensamente feliz junto al Padre. Y eso como él mismo diría es un motivo de gran felicidad. Os rogamos que con el fin de poder llegar a los más posibles, que hagáis llegar a todos vuestros amigos cursillistas o no cursillistas, pero que conocían a Eduardo, la noticia de su fallecimiento.

Para poder despedirnos de Eduardo los actos previstos son:

Cuando Eduardo visitó a los presos, les llamó afortunados y personas importantes porque iban a estar en unas horas junto al Padre. Eduardo para nosotros siempre ha sido alguien importante, pero a partir de ahora en nuestras oraciones podremos pedirle que interceda por nosotros ante el Padre, para que podamos seguir con su trabajo de evangelización del mundo y hacer que los más posibles tengan la alegría de saber que Dios les ama. Si Él hizo todo lo que hizo en la tierra, que no hará ahora desde el cielo.

Gracias Eduardo, por hacer que nuestras vidas sean mejores, por hacer que seamos más felices y porque muchas de nuestras vidas no tendrían la luz del Evangelio si tú no hubieses estado aquí.

¡DE COLORES Y PARA SIEMPRE!

Muchos amigos dejaron, en esos días del 2008, su nota en el blog en recuerdo de Eduardo, aquí las puedes leer todas y si quieres puedes añadir la tuya:

Blog In Memoriam Eduardo Bonnín Aguiló.

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