Esta iniciativa surgió del recuerdo de los que pasaron tardes hablando con Eduardo en su despacho.
Como bien reza la placa que está en la entrada de la oficina de Eduardo, siempre se era bien recibido en esa casa, y con ese espíritu, muchas eran las veces en las que pasaban las horas junto a Eduardo hablando de cualquier tema en el que siempre acababa siendo Cristo el protagonista.
Desde el recuerdo de esas maravillosas tardes, surge la idea de crear un formato que nos ayude a conocer más a Eduardo Bonnín y su obra.
Durante ocho tardes, grupos reducidos se reúnen en un clima de amistad y descubren junto a amigos personales de Eduardo, su mentalidad y su persona, de una manera diferente.
«Las tardes con Eduardo» consta de dos partes. La primera es la proyección de un video perteneciente al encuentro que Eduardo ideó, en el que durante dos días nos regaló ocho rollos donde, de forma simbólica, legaba a todos los cursillistas del mundo su conocimiento de los Cursillos de Cristiandad.
Dichos rollos son los siguientes:
- Esencia y finalidad.
- Mentalidad.
- Normas y criterio.
- Detalles a tener en cuenta.
- Mi idea y mi sentimiento.
- Vertebración de ideas.
- El Cursillo de tres días.
- Historia.
En la segunda parte de cada una de las sesiones, uno o dos amigos personales de Eduardo, comparten con los asistentes anécdotas, recuerdos y vivencias que tuvieron lugar junto a él y que ahora tienen un lugar privilegiado en su corazón y en el transcurrir de sus vidas.
«Las tardes con Eduardo», no sólo pretenden ser una experiencia puntual y agradable, sino un punto de partida para un crecimiento personal y espiritual que llene de felicidad nuestros corazones, al saber que el Señor nos ama.